El
alto clero y el bajo clero son dos sectores o clases que se diferenciaron claramente dentro del clero medieval, con poderes y privilegios harto diferentes. El alto clero estaba formado por cardenales, obispos, abades y abadesas de los monasterios, cuya clase de origen era la
nobleza, mientras que el bajo clero estaba formado por frailes, monjas, sacerdotes y párrocos comunes, procedentes de la clase campesina y artesana. La separación y distinción entre las dos clases de cleros era notable, tanto políticamente, al mantener el alto clero una relación directa con los monarcas y actuaban de forma conjunta con ellos, mientras que el bajo clero se limitaba a ocuparse de las necesidades espirituales del pueblo humilde, como económicamente, con riquezas y privilegios económicos muy superiores por parte del alto clero.